Sala 207.02
Galeries Dalmau

Las Galeries Dalmau fueron la avanzadilla de la vanguardia artística internacional en España. Tras su estancia en París, Josep Dalmau crea una galería que sigue el modelo de algunas francesas como la Galerie Simon, fundada por Daniel-Henry Kahnweiler, con un proyecto de promoción del arte moderno basado en los intercambios con galerías internacionales. Fundadas en 1906 en Barcelona, las Galeries Dalmau organizaron una de las primeras exposiciones de arte cubista en 1912, la primera presentación pública de los artistas uruguayos Rafael Barradas y Joaquín Torres García en 1917, de la obra de Joan Miró en 1918, de Francis Picabia en 1922 y de Salvador Dalí en 1925.

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Sala 207.02

Las Galeries Dalmau fueron la avanzadilla de la vanguardia artística internacional en España. Tras su estancia en París, Josep Dalmau crea una galería que sigue el modelo de algunas francesas como la Galerie Simon, fundada por Daniel-Henry Kahnweiler, con un proyecto de promoción del arte moderno basado en los intercambios con galerías internacionales. Fundadas en 1906 en Barcelona, las Galeries Dalmau organizaron una de las primeras exposiciones de arte cubista en 1912, la primera presentación pública de los artistas uruguayos Rafael Barradas y Joaquín Torres García en 1917, de la obra de Joan Miró en 1918, de Francis Picabia en 1922 y de Salvador Dalí en 1925.

Josep Dalmau creó un espacio para la vanguardia en España, incluyendo, con su proyecto, a nuestro país en la geografía de la modernidad. El interés de Dalmau por el arte contemporáneo extranjero le llevó a realizar exposiciones individuales de artistas como Kees van Dongen y Albert Gleizes, o colectivas como la Exposición de Arte Cubista, uno de los acontecimientos más importantes del arte de vanguardia en España, en la que se pudo ver obra de autores como Jean Metzinger, Juan Gris o incluso El desnudo bajando una escalera de Marcel Duchamp. También organizó una colectiva que incluía a los grandes nombres del arte francés desde el postimpresionismo a la abstracción, incluyendo a Henri Matisse, Pablo Picasso, Fernand Léger o María Blanchard, entre otros.

Sin embargo, su interés por el arte internacional no implicó un menor interés por la escena nacional. Dalmau expuso a dos jóvenes artistas en las que serían sus primeras exposiciones individuales. En 1918, Joan Miró expuso allí obras de su etapa previa al surrealismo, de un estilo preciosista e ingenuista, en la línea de la obra que se puede ver en sala, La casa de la palmera (1918). Unos años más tarde, en 1925, fue el turno de Salvador Dalí, que presentó algunas obras, entre las que se encontraba el retrato de su hermana Anna Maria.

Una de las exposiciones más importantes organizadas por Dalmau fue la dedicada a Francis Picabia en 1922. El galerista ya había tenido contacto previo con el artista durante su estancia en Barcelona en 1917 y, con su ayuda, Picabia publicó allí los cuatro primeros números de la revista 391 y su primer libro de poesía Cinquante deux miroirs. La exposición incluía cuarenta y siete obras colgadas sobre un fondo negro sin aparente jerarquía, contraponiendo dos tipos de obra. La primera serie era de carácter abstracto y se inspiraba en imágenes obtenidas de manuales de mecánica, como el ejemplo que ilustra el cartel de la exposición, mientras que la otra serie consistía en retratos de flamencas arquetípicas. La exposición, que fue un fracaso de crítica y de ventas, contó con un catálogo en francés con presentación de André Breton.

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