El teatro de los pintores en la Europa de las vanguardias

26 septiembre, 2000 - 20 noviembre, 2001 /
Edificio Sabatini, Planta 3

A excepción de la exposición organizada en 1986 en la Scrin Kunsthalle de Frankfurt y titulada Die Maler in der Theater, no ha habido ninguna otra muestra dedicada a proporcionar una visión de conjunto amplia sobre los inicios de la relación entre los artistas plásticos y el campo de las artes escénicas. A diferencia de la exposición de Frankfurt, que abarcaba el siglo XX en su totalidad, El teatro de los pintores en la Europa de las vanguardias se centra en un periodo concreto: sus primeros años hasta prácticamente la década de los treinta. Un momento en el que la Revolución Rusa , el París del periodo de entreguerras, el futurismo italiano y la Alemania de la República de Weimar determinaron un contexto propicio para estas colaboraciones.

Esta exposición en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía recoge los documentos que testimonian la enorme contribución que los pintores y escultores han hecho a las artes escénicas en base a términos elementos puramente plásticos: luz, color y forma. Para ello se han reunido doscientas cincuenta obras en una amplia exposición que incluye bocetos, maquetas de escenarios, telones, elementos escénicos, anotaciones, fotografías, dibujos, figurines, carteles, etc.

A finales del siglo XIX la escenografía y el vestuario estaba en manos de artesanos cuyo trabajo de decoradores especializados consistía en ajustarse fielmente a normas establecidas. Poco a poco pasaron a desempeñar un papel y adquirir una relevancia inusitada. Al igual que los movimientos de vanguardia de las artes plásticas, el campo escénico se renovó a comienzos de siglo. Algunas de las personas esenciales para operar una transición del decorativismo simbolista típico de la cultura tradicional rusa que caracterizó los inicios de la compañía a los principios de la estética moderna fueron el empresario ruso Serguéi Diaghilev –fundador de la famosa compañía de los Ballets Rusos que dirigió desde 1909 hasta su muerte en 1929– y los artistas Natalia Goncharova y Mikhail Larionov. En esta exposición se muestran como ejemplo de dichas innovaciones numerosas acuarelas y dibujos de los montajes y vestuarios de Le Coq d’Or (1914) y El pájaro de fuego (1926) de Goncharova y Le Soleil de Nuit (1915) e Histoires Naturelles (1915), ambos de Larionov.

Fueron muchos e importantes artistas los que participaron en los Ballets rusos. Pablo Picasso realizó la escenografía y vestuario del ballet Parade de 1917 bajo la dirección de Ernest Ansermet y estrenado en el Teatro de Châtelet de París. Esta obra, perteneciente a las producciones de Diaghilev, contó con Erik Satie como compositor y con Jean Cocteau como libretista. Henri Matisse diseñó la escenografía y el vestuario del ballet Le chant du rossignol (El canto del ruiseñor) de 1920, estrenado en el Teatro de la Ópera de París bajo la dirección de Ernest Ansermet. Los españoles Juan Gris y Joan Miró también se sumaron con la escenografía y el vestuario, el primero al ballet Les tentations de la Bergère ou l’amour vainqueur (las tentaciones de la pastora o el triunfo del amor) de 1924 y el segundo a Jeux d’enfants (juego de niños) de 1932. Las fotografías, bocetos y maquetas de esta experiencia escenográfica de Miró ya habían sido mostradas en el Museo Reina Sofía en 1986 como parte de la exposición Miró Escultor .

Por su lado, la compañía de los Ballets Suecos dirigida por Rolf de Marée e instalada en París contó con la participación en vestuario y escenografía de artistas como Fernand Léger con Skating Ring de 1921 y La création du monde (la creación del mundo) (1923); Francis Picabia con el Relâche (descanso) o Giorgio de Chirico con La jarre (La tinaja), ambas del mismo año y estrenadas en el mismo teatro.

En Roma los futuristas Giacomo Balla y Fortunato Depero trabajaban igualmente en los montajes escenográficos y de vestuario dando lugar a trabajos como Proserpina (1915); Machina Typographica (1915-16) o I Balli Pastici   (1918).

El constructivismo vio en el teatro una oportunidad de difusión y materializándose en las intervenciones de Kasimir Malevich con Victoria sobre el sol (1913); Vladimir Tatlin con Una vida para el zar o Ivan Susanin (1913) y El holandés errante (1915-1918) con libreto de Richard Wagner y Alexander Rodchenko con La Chinche (1929).

En la exposición destacan además los bocetos para trajes realizados por George Grosz para Kanzlist Krehler (1922); Methusalem (1922) y Neveneinander (Coexistencia) (1923); las tres maquetas que Piet Mondrian construyó para L’ephémère est éternel (Lo efímero es eterno), (1926) o los gouaches de Kandinsky para la escenografía de Cuadros para una exposición estrenada en Dessau en 1928 bajo la dirección de Georg Hartmann.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: 
Marga Paz
Artistas:
Giacomo Balla, Georges Braque, Giorgio de Chirico, Fortunato Depero, André Derain, El Lissitzky (Lazar Markovich Lissitzky), Alexandra Exter, Natalia Goncharova, George Grosz (Georg Ehrenfried), Juan Gris (José Victoriano González Pérez), Vassily Kandinsky, Mijail Larionov, Fernand Léger, Kazimir Malevich, Henri Matisse, Joan Miró, Laszlo Moholy-Nagy, Piet Mondrian, Naum Gabo (Naum Neemia Pevsner), Francis Picabia, Pablo Picasso (Pablo Ruiz Picasso), Liubov Popova, Enrico Prampolini, Aleksandr Ródchenko, Georgi Stenberg, Vladimir Stenberg, Barbara Stepanova, Vladimir Tatlin Ver más