Susan Philipsz

Hazte ver

10 marzo - 29 abril, 2009 /
Abadía de Santo Domingo de Silos (Burgos)
Susan Philipsz. Zona superior del relieve del Árbol de Jesé. Claustro de la Abadía de Santo Domingo de Silos (Burgos). Foto: Manuel Labrado
Susan Philipsz. Zona superior del relieve del Árbol de Jesé. Claustro de la Abadía de Santo Domingo de Silos (Burgos). Foto: Manuel Labrado

Susan Philipsz (Glasgow, Reino Unido, 1965), construye ambientes mediante la utilización del sonido, con el que evidencia su capacidad inherente para definir la arquitectura. Sus creaciones, concebidas como desarrollos musicales creados expresamente para espacios vacíos, configuran una obra diferente para cada espectador, al establecerse diferentes relaciones entre éste y el espacio arquitectónico que lo envuelve. Philipsz define sus creaciones a partir de la memoria, las referencias y las emociones que los sonidos nos pueden producir y con ellas invita a la reflexión, la introspección y el silencio. 

El título de la exposición Hazte ver / Appear to Me se corresponde a una canción cuya melodía pertenece al canto gregoriano ‘Salve Regina’ (Salve Reina) registrada con la voz de la propia artista. La letra en cambio alude a otra canción titulada ‘M’appari’ (Aparécete a mí). El punto de partida de la obra se encuentra en las audiciones que la artista realizó de los cantos gregorianos de los monjes durante su primera visita al Monasterio de Silos, lugar emblemático en este tipo de canto. Las distintas evoluciones ascendentes de la melodía gregoriana evocan para Philipsz el sereno vuelo de los buitres que la artista encuentra de camino al monasterio, de los pájaros que habitan el famoso ciprés del claustro, así como de los numerosos animales alados y monstruos que están representados en los relieves románicos.

Los valores espaciales inherentes al sonido llenan de vida la sala y la transforman en un lugar distinto. Los efectos emotivos y psicológicos del canto se unen a un entorno en penumbra. A través de la reverberación del espacio y del empleo de canciones y sonidos conocidos, la artista ofrece una metáfora visual de gran riqueza evocadora que, unida al estribillo religioso, suscita representaciones en la mente del espectador. Integrada en este entorno retirado, un lugar dedicado a la vida interior, la meditación y la reflexión, la obra de Philipsz provoca unas emociones en el espectador que le invitan a indagar y a reflexionar en la búsqueda del sentido de sí mismo y de la consciencia sobre el entorno.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: 
Lyne Cooke