Sam Francis (San Mateo, EE.UU., 1923 – Santa Mónica, EE.UU., 1994) contribuyó de manera muy significativa al reconocimiento internacional de la nueva pintura estadounidense de los años cincuenta. Durante cuatro décadas su presencia en Europa y Asia, así como en su país natal, daría testimonio de la vitalidad ininterrumpida del arte americano. La influencia en su pintura de la abstracción propia de
Esta exposición de las pinturas de
Francis fue muy dado desde el principio a trabajar sobre papel y siempre concedió el mismo valor a sus papeles que a sus telas. A menudo sus ideas nuevas surgían con anterioridad de un año o más sobre el papel que sobre los lienzos.
Conocido por su cromatismo, sus logros con el color comenzaron pronto aunque utilizando una gama mucho más oscura que por los tonos encendidos por los que se le reconocería a partir de 1952. El negro y sus escalas serán parte importante de su pintura desde 1950.
Las pinturas en blanco y gris presentes en la exposición fueron las primeras que le dieron fama al ser expuestas en la Galerie du Dragon de París en 1952. Se puede ver también durante el recorrido por la muestra la que probablemente es su obra más conocida Rojo grande (Big Red), 1953, adquirida por el Museum of Modern Art e incluida en la exposición de 1956 Twelve Americans, dedicada a artistas que comenzaban a destacar. Esta muestra y un artículo de
En Abstracción (Abstraction, (1954) y Naranja grande (Big Orange) (1954-55) se observa cómo sus formas se hacen mayores, más claras y cada vez más brillantes, con una tendencia que caracterizaría su producción durante los quince años siguientes. El azul entró en su pintura a raíz de su encuentro con las Nymphéas de Monet, un color con el que trabajará reiteradamente una vez abandonado París. En la exposición se encuentran algunos ejemplos de
“El centro está reservado para vosotros” es la declaración de Francis respecto a su pintura que revela la mayor clave interpretativa de su obra. Incluso en sus pinturas de 1973-74 donde practica un enrejado evidente, el centro sigue quedando despejado. La influencia que produjo en el pintor californiano el análisis junguiano forma parte igualmente de su pintura de los setenta. El estallido de color, de gran intensidad emocional y destreza técnica, caracterizará su obra en los ochenta y le acompañará hasta el final de sus días. Diezmado por la enfermedad, Sam Francis no cesará en su intento de captar con el color la fuerza vital que le llevará a trabajar hasta el último momento, produciendo una última serie de ciento cincuenta y dos pequeñas pinturas y evidenciando con ello la voluntad irrefrenable que anima a los grandes pintores.
Datos de la exposición
Museo de Arte Contemporáneo, Los Ángeles (7 marzo - 25 julio, 1999); The Menil Collection, Houston (10 septiembre - 2 enero, 1999-00); Malmö Konsthall, Malmö, Suecia (29 enero - 1 mayo, 2000); Galleria Comunale d'Arte Moderna e Contemporanea, Roma (30 octubre - 28 enero, 2000-01)
Publicaciones del Museo Reina Sofía