Miquel Barceló. Obra sobre papel. 1979-1999

14 septiembre - 21 noviembre, 1999 /
Edificio Sabatini, Planta 3
Vista de sala de la exposición. Miquel Barceló. Obra sobre papel. 1979-1999, 1999
Vista de sala de la exposición. Miquel Barceló. Obra sobre papel. 1979-1999, 1999

Miquel Barceló. Obra sobre papel. 1979-1999 reúne más de doscientos dibujos, cuadernos y diarios, que dan prueba del afán experimentador de Miquel Barceló (Felanitx, 1957) con materiales, técnicas y procesos. De este modo, el artista trabaja con elementos como cenizas volcánicas, algas marinas o mediante el aprovechamiento plástico y estético de los agujeros que causan las termitas en distintos papeles y cartones.

Las obras expuestas permiten también repasar sus temas habituales, desde el oficio del pintor en Peintre brûlant ses tableaux (1983), Peintre sans tête (1984) y Peintre par terre (1985), hasta los peces, burros y cráneos, cuya presencia se incrementa a partir de 1992. Por otro lado, sus paisajes remiten a las fuerzas primordiales y a los ciclos de la naturaleza, que vive y experimenta en distintas regiones del África Subsahariana, donde el artista pasa largas temporadas desde 1988.

Este recorrido cronológico por su obra en papel, realizada entre 1979 y 1999, pone de manifiesto que Barceló enlaza con la poética de lo humilde iniciada por Joan Miró, la búsqueda de lo telúrico en el concepto ilimitado de Jackson Pollock y el culto al potencial expresivo de la materia de Antoni Tàpies. A todo ello, se une la tradición realista española barroca de tipo ascético, que evidencian especialmente sus naturalezas muertas.

Enrique Juncosa, comisario de la exposición, sostiene que el tema principal de la obra de Barceló es “el paso inexorable del tiempo”. Relaciona esta idea con las imágenes de sedimentos y germinaciones, desiertos, glaciares, playas, océanos y ríos. También vincula el tiempo a los emblemas de la memoria, los museos, bibliotecas o cines presentes en Le Louvre, grande galerie (1985) y Musée Guimet V (1996) y a los escenarios de lo cotidiano, el taller, las cocinas o restaurantes, que pueblan sus trabajos.

Por otro lado, Barceló busca la prolongación de una fenomenología natural en lo pictórico, al utilizar pigmentos y arenas. Las olas de mar o las referencias al crecimiento de flores y hierbas, se generan a partir de las manchas producidas en el papel por estos materiales. El artista insiste en su voluntad experimental, y desde 1988 utiliza barnices sobre papel, para que el medio se vuelva transparente. A partir de entonces, insiste en la idea de la transparencia y en la posibilidad de trabajar con las dos caras de la hoja, para intentar ampliar y revelar el significado oculto de la imagen.

La exposición se completa con una selección de cuadernos y diarios, algunos de ellos inéditos hasta ahora, entre los que los que cabe citar: Palma de Mallorca (1978); París, Bolonia, Venecia, Nápoles (abril-mayo, 1983); Nueva York (enero, 1987); Gao (mayo, 1988); Coazhutte (marzo, 1990); Gran Bassam (enero, 1991); París/Palermo (1995/1998). Todos ellos ilustran su biografía artística, presentan gráfica y visualmente sus intereses pictóricos y enfatizan su consideración de artista nómada.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: 
Enrique Juncosa
Itinerario: 

Sala La General, Granada (2 diciembre - 31 enero,1999-00); Museu Nacional de Belas Artes, Río de Janeiro (marzo - abril, 2000); Museo de Artes Visuales, Montevideo (junio - julio, 2000); Tel Aviv Museum of Art, Israel (septiembre - octubre, 2000)