Carmela García. Planeta Ella

28 octubre - 3 diciembre, 2000 /
Edificio Sabatini, Espacio Uno
Exhibition view. Carmela García. Planeta Ella, 2000
Exhibition view. Carmela García. Planeta Ella, 2000

El elemento central de la obra de la artista canaria Carmela García (Lanzarote, 1964) es la doble necesidad de repensar y cambiar el mundo. El llevarlo a cabo desde una perspectiva de género no supone únicamente una simple vía de proyección sobre la necesidad de otro futuro; sino que significa en primera instancia un escenario de reivindicación de una consideración distinta de lo femenino en el mundo. Tras esa toma de posición, García experimenta una necesidad de reevaluar la construcción de la historia, de renarrar los relatos sobre los que se ha construido el imaginario; además de establecer un nuevo orden de referencias en la articulación, así como la construcción de una cotidianeidad radicalmente distinta en términos operativos y simbólicos.

La cultura, entendida como tradición, ha establecido una serie de sólidas referencias de lectura del mundo. En Planeta Ella, Carmela García revisa esas referencias desde el plano formal y el icónico mediante una propuesta que trata de establecer un juego de diálogos y contraposiciones entre la naturaleza, la historia y los códigos culturales. De esta manera, los espacios plateados de García, habitados por sendas esculturas plateadas de una mujer y de una jirafa (símbolo de la gracia y la elegancia), aluden en una primera mirada al modo en que nuestra propia tradición ha imaginado el futuro, un tiempo muchas veces adjetivado en clave utópica. Por otro lado, el espacio nos introduce en una atmósfera aséptica, acerada y metálica, un contexto casi experimental. Esta asepsia permite valorar el potencial de reinscripción y de reescritura que ofrecen superficies, formas y contextos despojados de referencias, ruidos e interferencias de carácter cultural.

Un segundo espacio expositivo de menores dimensiones acoge cinco fotografías en forma de tondo (composición pictórica en forma de círculo). En cada una de ellas la protagonista es una mujer desnuda e inserta en un contexto natural primario que remite, en una primera interpretación, a la figura mítica de Eva.

Carmela García se apoya en los recursos formales e icónicos para evidenciar la paradoja y la dificultad del cambio de paradigma. Así, mientras el tondo acude con sus referencias clasicistas al espejo, pero también a un universo cerrado, las iconografías planteadas aluden a temas y códigos de representación que tradicionalmente arrastra la historia y cuyas construcciones hemos asumido a través del arte y la mirada. Así, la obra de Carmela García presenta su idea de una Historia que solo hace operativo el mito de “el salvaje y la naturaleza” en clave masculina; o “lo sublime” que, desde el Romanticismo, considera una experiencia reservada principalmente al hombre.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía